30 de junio de 2017

Soy de la URSS

Por S. I. Vasiliev, traducido por Vadim Pérez, correcciones Marina Svetlova.

Si esto es una guerra, nuestra generación que tiene 50 años, ha perdido la batalla.

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Esta es la segunda vez que nuestros padres han sido derrotados, recordemos la derrota del 56, por las fuerzas oscuras y también nosotros en los años 80-90, desubicados y turbados por los acontecimientos.

La mayoría de los ciudadanos de la gran URSS, son ahora esclavos del demonio patrón capitalista. Una minoría de hipócritas, entre ellos con símbolos comunistas, son muy peligrosos por su codicia, han caído en las redes mafiosas que solamente buscan comodidades y oro.

Y así, bajo esta flauta perversa del capital hemos aguantado durante 20 años, estando en el filo del abismo, perdiendo decenas de vidas diarias.

Mi generación pronto desaparecerá. Y a nuestro lado han ido creciendo nuestros hijos, que no son como nosotros, son completamente diferentes, que han abrazado la ideología del pasotismo.

Esta ideología se ha desarrollado desde los medios de comunicación, en un entorno de desesperanza, y nuestros amados hijos se han defendido de forma sicológica aislándose del exterior. 

Pero tenemos esperanzas, que dejen de escuchar esas "flautas de las ratas", y elijan su propio camino. 

Aunque tengo grandes dudas, porque el arma más poderosa de nuestros enemigos es la idiotización. Alcanza a los jóvenes en todas partes, día y noche. El impacto de esta arma se está volviendo cada vez más aterrador.

Se está extendiento una crisis permanente de profesionalismo y el florecimiento del diletante, el que deja hacer y no trabaja, en todas las esferas económicas, pero también se encuentran en toda la sociedad. 

Los puestos claves de las empresas están rellenos de estos listos, aunque delincuentes analfabetos, cuyo objetivo es llenarse los bolsillos, y los de los padrinos que les introdujeron allí.
 
Las reservas soviéticas almacenadas de maquinaria e instalaciones, han sido esquilmadas por estos parásitos. No hay futuro, no cambia la producción, echa raíces el sistema político del despilfarro, todos son planes y promesas vacías.

Pero observo que aún hay esperanza, porque muchos más jóvenes que yo, dejan de oir esas "flautas de rata". Sin derramamiento de sangre, empezamos a unirnos como un monolítico impulso, como en 1941.

Es ya urgente acabar con esta podrida sociedad. Nuestra colectividad de trabajadores, conscientes, volverá a reconquistar nuestras relaciones sociales, de nuevo.

Y todos los días, volveremos a escuchar al locutor sonriente de las noticias, diciendonos: "¡Buenos días, camaradas! Es hoy un día soleado, realmente bueno para nuestra sociedad".

Notas:
* S.I. Vasiliev es coronel retirado del Ejército Rojo, vive en Rostov del Don.
 

1 comentario:

Julio Tuñón dijo...

Que gran razón, además ellos saben lo que fue el comunismo,la juventud vive corrompida como aqui en España, el capitalismo es el sistema más peligroso que existe. Los rusos no pueden seguir así, ellos son conocedores de su pasado y pueden comparar entre un sistema y otro, las grandes enseñanzas de Lenin y de Stalin están entre el pueblo ruso, y a ellos les es más facil de conseguir de nuevo ese sueño desvanecido, de momento.