16 de octubre de 2016

Homenaje a Shostakovich

Por Manuel Pérez Vasilevski

En una reunión reciente, valoramos la importancia de Dmitri en la música actual, y su escaso predicamento en Occidente.

Si, ¿Porqué?, me preguntó Lisa.

Compañera, es muy extensa la respuesta, a tu pregunta.

Comenzaré, por el principio, si así "os place". Dmitri, fíjate nació hace 110 años (el 25 de Septiembre de 1906). En el 2006, hice varias referencias a sus composiciones, no publicadas en ningún medio en España (a pesar de enviar mis colaboraciones a los principales, pues se llamó en varios países del mundo, el año Shostakovich), y fue la AAHS en el 2009 cuando empezó a sacar mis artículos en su blog.

¿Porqué? Es muy sencillo y a la vez conflictivo.

Dmitri era técnicamente y profundamente, un genio.

Algunos le tachan de conservador, otros no le entienden y es demasiado atrevido.

Pero indudablemente, por sus palabras y sus obras, el se consideraba SOVIÉTICO.

Así, con mayúsculas, y este hecho, no gusta.

Voy a ir desgranando esta afirmación, junto con trozos de su música para ilustrar este ensayo.

Soviético, es unir lo aprendido compartiéndolo. Las innovaciones al alcance de los trabajadores, como 2º Movimiento del Segundo Concierto para Piano y Orquesta:



Soviético, es ilustrar lo aprendido con los avances personales, en armonía con el entorno social, como en su 1ª Sinfonía, escrita a los 19 años, cuando estudiaba en el Conservatorio de Leningrado. Entró a galope en la Historia de la Música, como ilustrativo en el minuto 8:38, en su Allegro, imparte una clase de optimismo e innovación:




Soviética es la alegría de vivir, de implicarse con los avances sociales conseguidos por el proletariado. Es expresar con hechos la evolución individual con la fuerza colectiva. Mis palabras son secundadas por la Obertura Festival, opus 96:



 

Lo Soviético enlaza lo mejor creado por la Humanidad con la Nueva Etapa que empieza con la Revolución de Octubre. Puede que las olas del Imperialismo aplacen este huracán, puede que los vientos del desierto inunden los cielos, pero "las nuevas auroras atronaran en los portales", como en su obra maestra, el final de la 5ª Sinfonía:




Pero, soviética es también la Revolución futura en cada uno de nosotros, para cada uno con su propia voz, con su pelicuar entonación, pero juntos cambiamos nuestras vidas cuando encontramos un eco social solidario, con los actos de reivindicación de la clase obrera, y en el carácter creativo de la fuerza de trabajo. Como la extraordinaria fuga y prólogo nº 5:

 
 

Y así podríamos ir extrayendo su obra, que merece una iluminada vereda de multicolores árboles, cada cual con su matiz distinto. 

Aún más....es una senda que en el nuevo año seguiremos descubriendo en el Centenario de Octubre.

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