18 de octubre de 2015

República Democrática Alemana, la república de los Trabajadores Libres

 Por Marcos Pieck.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la población alemana vivía entre escombros.

En ciudades como Berlín, Stuttgart, Dresde y Leipzig, los trabajadores veían en el ejemplo de la Unión Soviética que una nueva sociedad era posible, y pidieron a las autoridades de ocupación la creación, en asambleas populares, de un nueva forma de gobernarse. Las fuerzas de ocupación inglesas, francesas, norteamericanas y soviéticas acordaron realizar elecciones en sus zonas de influencia. En todas, las fuerzas populares alcanzaron mayoría, diferentes partidos, pero con una marcada orientación hacia el Socialismo.

En las zonas ocupadas por las fuerzas del imperialismo, fueron anuladas las elecciones e instauraron un "gobierno de control", porque según ellos la población no podía decidir, creando en mayo una república de hombres de negocios que se repartían los Landers Federales (RFA). Las manifestaciones contra tal imposición fueron silenciadas y reprimidas.


En la zona soviética se dieron por válidas las elecciones y crearon el 7 de Octubre de 1949 la República Democrática Alemana, RDA (Deutsche Demokratische Republik-DDR), con diversos partidos, campesinos, socialistas y comunistas. La constitución de esta Democracia Popular, decía que eran una sociedad de "trabajadores libres".



En 1952, la Unión Soviética propone a la RFA la unificación puesto que no eran lógicas dos Alemanias, y la aspiración de los habitantes alemanes era estar unidos. El jefe del gobierno de la RFA rechazó la propuesta, negando ese pensamiento, prohibiendo cualquier tipo de plebiscito, aprobando la instalación de bases norteamericanas en su territorio.

A partir de entonces en la RDA se intensificó las medidas socialistas. Muchas pruebas de ingerencia, sabotajes, realizaron los servicios secretos occidentales para destruir el Estado Obrero. Pero no pudieron contra la voluntad del proletariado alemán. Solamente ya en 1989, el imperialismo después de implantar en la URSS y en las demás potencias socialistas regímenes procapitalistas, obligaron a la población a admitir la dictadura capitalista.

En estos días muchos alemanes desean que los principios y logros de la República Democratica Alemana vuelvan, sobre todo en aquellos territorios donde se implantó. Muchos refiriendose a la RFA la llaman "la sociedad de la gran estafa", porque es una nación donde vivir exige toda la vida llenar el bolsillo de los magnates industriales y financieros. La población está vigilada. Las ideas del Socialismo Popular perseguidas. Los Partidos Comunistas prohibidos. La libertad de elegir condicionada a aceptar el capitalismo.




Mas, ese capitalismo agonizante, llamado imperialismo, tiene sus años contados. La Unidad Popular volverá a Alemania y el ejemplo de la RDA iluminará, sin lugar a dudas, una nueva Sociedad Socialista.

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