24 de julio de 2015

Cuba y China, alianza con potencialidades infinitas

Por Claudia Fonseca Sosa (Granma)

El 28 de septiembre de 1960 la Re­pública de Cuba y la República Po­pular China establecieron relaciones diplomáticas. Pocos meses después, durante la visita a la nación asiá­tica del Comandante Ernesto Che Gue­vara, se suscribieron los pri­­meros acuer­dos bilaterales de cooperación eco­nómica y tecnológica.

Ese primer contacto del Che con la tierra de Mao Zedong tuvo gran significado para la joven Revolución caribeña, no solo por la magnitud de los contratos establecidos, sino porque para la fecha ya se enfrentaba al bloqueo económico, comercial y fi­nan­ciero impuesto por Estados Uni­dos.

Con el paso de los años y en la medida en que las relaciones políticas entre ambas naciones ganaban en confianza y profundidad, los in­ter­cambios entre Cuba y China en el ámbito económico y comercial también se ampliaron.
 

China es hoy el segundo socio comercial de nuestro país y su participación en múltiples esferas del desarrollo y la economía nacional la confirman como socio estratégico.

Desde la década del ochenta, la Co­misión Mixta Intergubernamental pa­ra las Re­la­cio­nes Económicas y Co­merciales ha desempeñado un rol fundamental en la promoción, ejecución y desarrollo de diversos pro­yectos, así como en la estimulación de inversiones recíprocas.

El trabajo conjunto de especialistas de todas las ramas ha propiciado también la búsqueda de nuevas formas de realización del comercio bi­lateral y, unido al sistemático intercambio de visitas de alto nivel político, ha permitido que aumente el co­no­cimiento y la comprensión mu­tuos.

Durante un periodo relativamente corto Cuba pagó con azúcar los productos que compraba a China. Pero desde 1999, a tono con las re­formas aplicadas en la economía y el comercio exterior de la nación asiática, todas las operaciones mercantiles entre ambos países transcurren en moneda libremente convertible, a través de créditos y los mecanismos de pagos que acuerden las partes contratantes.

De esta forma, el mercado chino ha permitido a nuestro país adquirir equipos imprescindibles para reanimar sec­tores de la economía nacional de­­primidos, como el transporte, y desarrollar otros como las telecomunicaciones. En las últimas décadas se ha logrado insertar en China productos cubanos de la biotecnología, ron, tabaco, azúcar, mariscos y ní­quel.

En el ámbito de las inversiones des­taca la empresa mixta Biotec Phar­ma­ceu­tical, fundada entre el Cen­tro In­ternacional de Ciencias de Chi­na y el Centro de Inmunología Mo­lecular de Cuba, que se especializa en la investigación, producción y venta de anticuerpos monoclonales usados en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, así como en el desarrollo, producción, registro y comercialización de vacunas y proteínas terapéuticas recombinantes, con tecnología cubana.

Otro ejemplo de esta relación es la entidad mixta Gran Kaimán, asociación entre el Grupo Electrónico de Cuba y la corporación de telecomunicaciones Gran Dragón de Chi­na, que produce equipamientos pa­ra el mercado nacional y el de Amé­rica Latina.

También resalta como experiencia positiva la empresa mixta Cuba-Shan­ghai, donde participan en la construcción de hoteles de lujo la Corporación Cu­banacán S.A. y la com­pañía Sun­time International de China.

En julio del 2014, durante la visita oficial del presidente chino, Xi Jin­ping, a La Habana se suscribieron otros 29 acuerdos que amplían el al­can­ce de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países.

Entre ellos destaca un convenio que oficializa el otorgamiento de una línea de crédito concesional por parte de la nación asiática para la ejecución del proyecto de construcción de una terminal multipropósito en el puerto de Santiago de Cuba.

Además se firmó un Acuerdo de financiamiento entre el Banco Na­cio­nal de Cuba y la Corporación Ban­caria de Desarrollo de China, que oficializa el otorgamiento de un crédito para la compra de equipamiento con destino al desarrollo de las telecomunicaciones en el archipiélago.

No menos significativo fueron los contratos que establecen el servicio de perforación de petróleo de pozos de hasta 9.000 metros de profundidad en aguas cubanas, así como la cooperación tecnológica e industrial en materia de televisión digital.

En cuanto al turismo, se suscribió un Memorando de En­ten­di­miento entre el Grupo Empresarial Palmares y Beijing Enterprises Gro­up para la constitución de la em­presa mixta Be­llomonte S.A., dedicada a la construcción y explotación de un complejo inmobiliario asociado a un cam­­po de golf en La Ha­ba­na.

En el contexto de la visita del man­da­tario chino a Cuba también se inauguró una planta de biosensores para la medición del nivel de glucosa en sangre.

“El alto nivel de las relaciones políticas entre Cuba y China y la inquebrantable amistad entre nuestros pueblos nos permite continuar afianzando una alianza estratégica que hoy muestra importantes resultados y que tiene potencialidades infinitas”, expresó entonces Marino Murillo Jor­ge, miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Mi­nistros.

Asimismo el también jefe de la Comisión Permanente para la Im­ple­mentación y Desarrollo puso especial énfasis en las colaboraciones en el ámbito farmacéutico, don­de las em­pre­sas chinas han sido una fuente significativa de suministro para el desarrollo de la industria cu­bana de medicamentos.

Más recientemente, durante la VIII Reunión del Grupo de Trabajo Conjunto de la Biotecnología Cuba-China, celebrada el pasado mes de junio en La Habana, se firmaron otros 11 acuerdos que abren paso a nuevos proyectos de colaboración para el periodo 2015-2017.

Se refrendaron además cartas de intención para el establecimiento en la Zona Especial de Desarrollo Ma­riel de dos empresas mixtas, una di­ri­gida a la producción y comercialización de biofarmacéuticos, y la otra, pa­ra vacunas contra el cáncer.

Fueron suscritos de igual forma dos contratos para la representación y distribución comercial de anticuerpos bio­similares y de la vacuna contra el neu­mococo.

Se acordó que la Empresa de Ser­­vicios Médicos comenzará la atención de pacientes chinos en Cu­ba, y la introducción acelerada en este mer­cado y el resto de La­ti­noamérica de la vacuna contra el rotavirus.

El Centro de Neurociencias de Cuba y la Uni­versidad de la Ciencia y de la Tecnología Elec­trónica del gi­gante asiático, pactaron la creación de un laboratorio conjunto y el desa­rrollo de cinco productos neurotecnológicos.

Son solo algunos ejemplos de una relación de colaboración y beneficio mutuo entre países amigos, que aún tiene potencialidades sin explorar en el contexto de la actualización de la economía cubana y del proceso de reforma y apertura chino.

Los estrechos lazos de amistad y la confianza política construidos en más de medio siglo de intercambios bi­laterales, han tenido un reflejo indiscutible en los múltiples proyectos de comercio y cooperación desarrollados, muchos de ellos con un gran im­pacto social.

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