18 de mayo de 2015

Hace 80 años, los trabajadores construyeron una obra de arte: El Metro de Moscú.

Por Román Gutierrez



Este conjunto histórico es Patrimonio de la Humanidad, y quizá es el único realizado para el transporte de la población, uniendo lo más avanzado del ser humano, tecnológicamente y artísticamente. Solamente fue posible gracias a la existencia del Primer Estado de los Trabajadores del Mundo: La Unión Soviética. Que hoy podamos admirar esta palacio subterráneo, se debe en gran medida a los principios esenciales de su construcción.

Una decisión pragmática socialista

El 15 de Junio de 1931 bajo el informe de L. M. Kaganovich, primer secretario del Partido en Moscú, propuso realizar un metro subterraneo alternativa a los tranvías, ante la saturación de viajeros. 
En 1933, se aprobaron las líneas generales de la edificación, teniendo en cuenta los informes técnicos de los proyectistas,y las recomendaciones de los trabajadores ferroviarios, del Soviet de Moscú, de acuerdo a las necesidades del pueblo. En un ramal experimental de la calle Rusakovskaya se hicieron las pruebas.
Tras decenas de miles de consultas, aportaciones de ingenieros, científicos, comunistas, obreras y hasta de pioneros, quedaron estructuradas una serie de líneas de construcción para entonces,  y para el futuro:
- Las estaciones tienen que ser espaciosas, con andenes amplios, y una isla central (трёхсводчатой) en cada parada, para el flujo de los usuarios.
- Tenían que ser confortables, espejo del socialismo, duraderas, amplias, con márgenes suficientes de conexión, y para ello no importaba la profundidad.
Bajo la supervisión del Ingeniero Responsable V. L. Mokovskim, se realizaron profundas cimentaciones.



La primera línea partió de "Sokolniki" a "Komsomolskaya", y de "Biblioteca Lenin" a "Parque de la Cultura". Así fue inaugurado el 15 de Mayo de 1935, con una red de 11,2 kms.,  con 12 estaciones. Hoy tiene 327,5 kms. con 196 estaciones, siguiendo el patrón de calidad con 155 mts. por anden, con 30 estaciones de transbordo. Hasta ahora ha sido uno de los destinos turísticos en Moscú. Porque 44 de las estaciones son Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Espejo del Socialismo
Desde la primera piedra que se removió, los constructores del Metro tuvieron claro que tenía que ser un reflejo de la vida soviética. Cada kilómetro tiene las manos de decenas de miles de forjadores. Era un derecho, un orgullo, aportar lo más querido. Y hasta cada hora de sudor era un brillante hito de alegría y fraternidad. 

Miles de ejemplos testimonian, ese cariño, por lo bello, lo mejor realizado posible. De cara a los discapacitados, todas están adaptadas, cada estación tiene un pitido distinto que informa de la llegada del próximo tren. En los primeros cinco años, participaron picando brigadas de proletarios, artistas, invitados. Todos querían tener el honor de trabajar, por pequeño que fuera el tiempo, en su crecimiento. 
Cada república soviética enviaba a sus mejores artistas y constructores. 


Duradero

Ni durante la guerra paró su construcción, (en 7 estaciones hay una placa conmemorándolo "construido durante la Gran Guerra Patria"), bajo las penurias, la vida soviética siguió su curso. Sirvió de refugio antiaéreo, en el nacieron 217 niños. Solamente una vez en su historia estuvo cerrado. Fue el 16 de Octubre de 1941, el llamado día del pánico. Ante el peligro de la cercanía de los alemanes, se cerró y se pensó en su demolición, para que no lo utilizasen. Pero, por la noche la orden fue cancelada. 

En 1952, ante la amenaza de una guerra nuclear, se realizó una profunda estación en Arbat, con una colosal cimentación de decenas de metros, para refugios de la población. Hoy, dos líneas paralelas pasan por aquel proyecto (Kaliniskaya-Kievskaya-Filevskaya).



Y así fue creciendo. En 132 estaciones tienen escaleras mecánicas, (la más profunda es la de "Parque de la Victoria" con 63,4 m. de elevación), pero la mayoría desde distintos niveles hasta la superficie, y en las modernas con ascensores. El 15 de Mayo del 2010, en conmemoración del 75º Aniversario, en todas las estaciones se fueron poniendo las placas del día de cada inauguración y de los arquitectos responsables. El horario es de 5,35 hs a 1 de la madrugada, y en los días festivos hasta las 2,30 hs.

En las 44 estaciones galardonadas, diseños, materiales y elaboración, son de la más alta calidad, que solamente se pueden admirar en los museos.

Por ello digo que es como si estuviesen visitando un palacio. Es como estar al aire libre, de grandes y majestuosas son algunas de sus estaciones.

Fuente:
Sitio y página "Historia del Metro de Moscú" de Alexei Goncharov.


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