13 de octubre de 2013

Imperialismo y las protestas "anti-capitalistas"

Oleg K. Textos y comentarios Rot Front (Traducción Igor T.)



(De la lectura de la obra de "El imperialismo, fase superior del capitalismo" de Lenin)




 La crítica del imperialismo, la entendemos en el sentido más amplio, como una relación de las políticas del imperialismo con las diferentes clases de la sociedad a causa de su ideología común. (V. I. Lenin, "El imperialismo, fase superior del capitalismo").


   "El tamaño gigantesco del capital financiero, concentrado en unas pocas manos y la creación de una amplia e inusualmente extendida densa red de relaciones y conexiones, lo subordina a su poder, no sólo de las pequeñas y medianas empresas, sino también al más pequeño de los capitalistas y propietarios, por una parte, y por otra, con la intensificación de la lucha de los grupos nacionales y estatales financieros de la división del mundo, y la dominación sobre otros países, todo esto se realiza con la transferencia de todas las clases poseedoras al lado del imperialismo. "En general", sus perspectivas es de una sumisión poderosa, de defensa del imperialismo, donde todo es posible, este es el signo de los tiempos. La ideología imperialista penetra en la clase obrera. No hay  muro que la separa de las otras clases "(V. I. Lenin, ibid.)
En los últimos años, de estas sociedades unipolares dominadas por el imperialismo han surgido contra este poder que aplasta a los pueblos y toda la población, ruidosas protestas de los ciudadanos ante las diferentes conferencias de los estados más grandes imperialistas (G8,G12,G20). Las personas que se echan a la calle, no solamente son desempleados, son trabajadores también, pero además: activistas de movimientos de izquierda y derecha, verdes defensores de una naturaleza ultrajada, denunciadores de una sociedad de violencia y con síntomas evidentes de facistización, aficionados al futbol que defienden unos postulados asamblearistas y con iconos "guerrilleros", seguidores religiosos y seculares con mensajes de "cristo hombre", se unen a estas protestas afirmadores de valores tradicionales, y no tradicionales. 

Es la sociedad civil burguesa, fragmentada, vilmente atacada por las multinacionales, individualista hasta la médula pero que está preocupada por su "status de vida". Son "anti-capitalistas" de todos los colores, que envían sus maldiciones contra las políticas liberales de los tradicionales partidos "socialdemócratas" o conservadores, pero todos ellos señalan como culpables del deterioro de las condiciones de vida a los dictadores de la oligarquía financiera y del "gobierno mundial".
 ¿Son los representantes de las clases de la sociedad, o son los que critican al capitalismo, y defienden consecuentemente intereses interclasistas?
1. Hay de todo, tanto en EEUU, Europa, África, Oriente Medio y Japón. Los postulados son liderados por la pequeña burguesía, que reclaman los artículos escritos por intelectuales burgueses, que defienden "humanamente" el imperialismo de forma velada, pero oscureciendo las raíces profundas del futuro diseñado por las multinacionales.
2. Hay objetivos particulares de colectivos en lucha (educativos, sanitarios, pensionistas) que tratan de fomentar una solidaridad para prevenir la ruina de cada parte de sus frentes, atacados por las reformas "económicas", que son claramente ataques contra toda la población.
3. Mas hay, al contrario, luchas denunciadoras del régimen social (tipo 15M) que si bien al principio eran espontáneas, al no tener objetivos directos, han devenido en enfrentamientos esporádicos contra las instituciones del Estado Burgués, cuyas acciones hacen un favor inmenso precisamente al Estado de la Oligarquía financiera, porque la mayoría de la población no lo entiende; queda al margen porque, han puesto "el carro delante de los bueyes", y cuando no funciona, los conductores se "van para su casa".
4. Pero también hay, marchas que entroncan el movimiento "cívico" con el "obrero", muy incipiente, de pura impotencia, pero que van creando al principio un río de denuncias y posiblemente un mar de perpetua agitación social contra las medidas de rapiña del capital financiero e industrial.
5. Aunque ya hay, colectivos que solicitan reformas "constitucionales", por una parte de la población, cansada por la pérdida de derechos económicos, políticos o nacionales, y es en sí un avance. Pero solamente están dispuestos a corregir "los defectillos" del imperialismo, entonces claramente es un fraude, y este es su límite de lucha. 

Todas estos movimientos generados por la profundización de la crisis del imperialismo, se irán asentando en polos opuestos, sagazmente manipulados por el sistema. El miedo es, en la mayoría de los casos, la gran espada que atenaza a las masas de la población, que se hace preguntas. Miedo a los vecinos, a los compañeros de trabajo, a la pérdida de empleo, a la propia estima como trabajador. Porque comprenden que ir más allá es también hacer preguntas fundamentales de crítica al imperialismo, que unicamente tienen respuesta destruyéndolo.

Mientras que la crítica del imperialismo de estos reformistas pequeñoburgueses, tienen miedo a reconocer el vínculo indisoluble con los fundamentos mismos del imperialismo, el capitalismo, siempre y cuando las acciones más ruidosas de las capas medias de la sociedad burguesa, a veces temerariamente, y por la dedicación de los "activistas" de izquierda y derecha en Europa y Estados Unidos, Turquía y Rusia, seguirán gritando piadosos deseos de un mundo justo, de libre competencia y de la democracia. Esto es, en el mejor de los casos. En el peor de los casos, se convierten en un apoyo directo a la política imperialista y a la intervención militar con el pretexto de "defender la democracia" (en Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria, etc), pues apoyan el liderazgo pequeño burgués de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la intervención en Siria es un intento de someter a parte organizada del movimiento sindical en las políticas imperialistas del mundo, con el pretexto de luchar por la "democracia". El mismo objetivo al final, es una pequeña idea pequeñoburguesa, que fortalece la lucha por la democracia, de los movimientos de protesta pequeño-burgueses en "fusión" por la lucha por la democracia de la clase obrera. 

A pesar de la teoría y la práctica de esta lucha, es a sabiendas de que dicha fusión no se fortalecerá en el tiempo, y se debilitará en un frente común, ahora van juntos por la lucha por la democracia y la libertad política. Debido a que las "clases medias" de la sociedad, en lucha contra la oligarquía no se estanca, se reproduce por su pauperización constante (y no puede aumentar sin pasarse de la posición del proletariado), pues sus luchas van dirigidas a la destrucción de la economía, es decir, a la base material de la autoridad, de capitalismo.         
Unir a todos los sectores progresistas de la sociedad en torno a una parte organizada y consciente, tiene que ir del brazo, necesariamente, en la lucha de la clase obrera. Bajo el capitalismo, la única base concebible para la división de las luchas, son sus intereses vitales de las clases que forman la sociedad. No se puede forzar a estas clases, que de la noche a la mañana se conviertan en una fuerza disuasoria contra los monopolios. Al revés, muchos de los participantes en las protestas, tienen intereses contrapuestos. De diferentes concepciones sobre el estado, la fuerza militar, las relaciones económicas, sobre las empresas e industrias, pero dentro del capitalismo. La mayoría no se imaginan un mundo fuera de él.

Por otro lado, las actuales relaciones interimperialistas van enfrentándose. Las alianzas pacíficas preparan la guerra y, a su vez surgen controladas guerras, provocas por esas inestables alianzas, para después de la destrucción repartirse el botín. Y este reparto entre los mercachifles de unos estados asentados sobre la industria militar, se dirimen en nuevos enfrentamientos. 
Esta incapacidad para comprender las más profundas contradicciones del imperialismo, es a lo que conduce las derrotas de las protestas "anti-capitalistas". Pero hay una gradual escalada de pequeños avances en la conciencia de las clases oprimidas por el imperialismo. Cada vez que los conscientes pequeñoburgueses no logran sus objetivos, y la destrucción masiva de empleo (y la "goteada" pérdida de derechos sociales van acumulándose) debido a la planificada acción del capitalismo monopolista de Estado (libertad de circulación de capitales, bienes y mano de obra a los intereses de los monopolios, mayor concentración de los sectores industriales estratégicos), serán mechas que vayan haciendo estallar nuevos conflictos, entre la pequeñaburguesía y la clase obrera contra el imperialismo. 
La respuesta del proletariado a la política económica del capital financiero, al imperialismo, no puede ser la libertad de comercio (existiendo la OMC, OCDE "Unión de los capitalistas", el Banco Mundial, etc.) como pregonan los pequeñoburgueses arruinados. El imperialismo es un jalón necesario y último peldaño antes del Socialismo. Debemos aliarnos con estos sectores, pero llevando nuestro propio objetivo social. Esta fuerza de alternativa a la actual sociedad, es la diferencia esencial de la clase obrera contra los reformistas del imperialismo y los reaccionarios. 
Es un hecho contrastado que la burguesía tiene pánico de la experiencia soviética y de los países socialistas, aún hoy después de casi 100 años. Las campañas contra Stalin, Lenin, Ho Chi Ming, Mao, etc., así lo atestiguan. Porque los pensadores y ejecutores de los intereses del proletariados impregnaban sus escritos de unas sencillas reglas: destrucción completa de la competencia capitalista, de los monopolios capitalistas, a través de las alianzas precisas con todas las clases fustigadas por sus políticas de rapiña, llevará a la clase trabajadora, como la clase más consciente en el desarrollo de una nueva sociedad, a la destrucción del capitalismo y a la creación de una nueva sociedad, libre de explotación: El Comunismo

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