11 de octubre de 2013

La CIA contra el mundo: nada ha cambiado

Enviado por La Joven Cuba, sobre datos recogidos en Rebelión


Un amigo nos envía por correo fragmentos del libro “El Arte de la Inteligencia” de Allen W.Dulles. Estas ideas han resistido el paso del tiempo y se siguen aplicando en la actualidad. Lean, piensen en lo que sucede con Cuba y al final como dice Taladrid: Saque usted sus propias conclusiones. Los Estados Unidos poseen el 50% de la riqueza del mundo, pero sólo el 6% de su población… En tales condiciones, es imposible evitar que la gente nos envidie. Nuestra auténtica tarea consiste en mantener esta posición de disparidad sin detrimento de nuestra seguridad nacional. Para lograrlo, tendremos que desprendernos de sentimentalismos y tonterías. Hemos de dejarnos de objetivos vagos y poco realistas como los derechos humanos, la mejora de los niveles de vida y la democratización”.
 “Pronto llegará el día en que tendremos que funcionar con conceptos directos de poder. Cuantas menos bobadas idealistas dificulten nuestra tarea, mejor nos irá…”  
 “Sembrando el caos en la Unión Soviética, sin que sea percibido, sustituiremos sus valores por otros falsos y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia. Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosatragedia, la de la muerte del más irreducible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia."
 “De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. La literatura, el cine, y el teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos”.
 “Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas, que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad”.
 “En la dirección del Estado, crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas como innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño, la mentira, el alcoholismo, la drogadicción y el miedo irracional entre semejantes”.
 …”Gracias a su diversificado sistema propagandístico, Estados Unidos debe imponerle su visión, estilo de vida e intereses particulares al resto del mundo, en un contexto internacional donde nuestras grandes corporaciones transnacionales contarán siempre con el despliegue inmediato de las fuerzas armadas, en cualquier zona, sin que le asista a ninguno de los países agredidos el derecho natural a defenderse."
 ”La traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos, y ante todo el odio al pueblo ruso, todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor.”
 “Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso a comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarles, desacreditarles y señalarles como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos”.
 “Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos  y      pervertiremos.”
…”Debemos lograr que los agredidos nos reciban con los brazos abiertos, pero estamos hablando de ciencia, de una ciencia para ganar en un nuevo escenario la mente de los hombres. Antes que los portaaviones y los misiles, llegan los símbolos, los que venderemos como  universales, glamurosos, modernos, heraldos de la eterna juventud y la felicidad ilimitada”.
 “El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de la ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”.
Allen Dulles fue un oficial de alto rango de la Oficina de Servicios Estratégicos, OSS, organismo antecesor de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, y  estuvo presente en la creación de esta última donde sirvió ocho de sus diez años como director.
Aunque el texto inicial de Dulles —que deja al Reichspropagandaleiter Joseph Goebbels a la altura de un inexperto principiante— es tan elocuente y explícito que no deja lugar a dudas ni requiere comentarios ni explicaciones, para analizar en su contexto temporal la ausencia absoluta, impasible y descarnada de principios éticos, así como el nihilismo fascista, amoral y obsceno del personaje, daremos un pequeño repaso al curriculum de Dulles, todo un profesional del caos cuya trayectoria es una cruda caracterización de los verdaderos orígenes de la Guerra fría contra la Unión Soviética, la implacable política imperial de Estados Unidos para hacer frente a los movimientos de liberación nacional y popular en su área de influencia y el papel que jugó la CIA en todo ello.

1916: Nacido en 1893 en el seno de una familia de profundas convicciones religiosas e influencias políticas, a la finalización de sus estudios Dulles es destinado al servicio diplomático en la legación de Estados Unidos ante la Confederación Helvética a los 23 años de edad. En esa etapa, según diversas fuentes, Dulles deniega el visado para viajar a Nueva York al mismísimo Vladimir Ilich Lenin, a la sazón exiliado en Suiza.

1945: Tras estar destinado en Alemania en la década de 1930 y retornar a Suiza al inicio de la Segunda Guerra Mundial, dirige la operación Sunrise (“amanecer”), también llamada Crossword (“crucigrama”), una serie de negociaciones secretas que se realizaron en el país helvético con el gobierno de la Alemania nazi en los meses finales de la Guerra, encaminadas a alcanzar una “paz separada” de Gran Bretaña y EEUU con el III Reich dejando al margen a los aliados soviéticos. La “paz separada” con EEUU y Gran Bretaña era una opción valorada por varios miembros del gobierno del Reich y del Estado Mayor de la Wehrmacht como la única salida a una guerra en dos frentes que ya daban por perdida. De esta forma, los nazis habrían podido concentrar todo su esfuerzo bélico y la totalidad de sus divisiones en el Frente oriental para evitar que Berlín sucumbiera al avance arrollador del Ejército Rojo, como así ocurrió finalmente. Los principales negociadores de Sunrise fueron el general de las Waffen-SS Karl Wolff (por la parte alemana) y el propio Allen Dulles (por la parte anglo-estadounidense).
Fuga de cerebros fascistas de Europa
1945-1959: Tras la Segunda Guerra Mundial y con el inicio de la Guerra fría Dulles se convierte en uno de los principales responsables de la Operación Paperclip, plan “secreto” promovido por el Servicio de Inteligencia Militar de EEUU para acoger técnicos y científicos nazis especializados en armas de destrucción masiva, como los cohetes V-2 o las armas químicas; así como expertos en experimentación médica, en buena medida producto de la criminal utilización de cobayas humanas en los campos nazis de exterminio.

Los cálculos más moderados estiman en al menos 700 los nazis acogidos en territorio norteamericano a través de esta masiva operación de fuga de cerebros fascistas de Europa. Uno de los más destacados paperclips fue Wernher von Braun (Alemania, 1912-1977), ingeniero aeroespacial experto en misiles, ex-oficial de las SS nacionalizado estadounidense en 1955 y cabeza visible de los logros del programa espacial norteamericano en los años siguientes.

‘Macrocampaña viral’ y golpes militares
1949: A partir de este año, Allen Dulles participa de forma decisiva en la creación, desarrollo y dirección de la operación Mockingbird [1], una unidad secreta de control de los medios de comunicación encabezada por Frank Wisner, un antiguo picapleitos de Wall Street que posteriormente fue jefe de planes de los servicios secretos de EEUU en Europa Oriental donde, aparte de destacar como hombre resolutivo y de acción en varias operaciones en Rumanía y Hungría, fue el enlace con la Gehlen Organisation, una célula de oficiales alemanes cuyo objetivo era la reconversión de antiguos agentes nazis a las redes de inteligencia, contraespionaje, sabotaje, terrorismo, infiltración, subversión y lucha anticomunista de los servicios secretos estadounidenses en Europa.
A través de Mockingbird alrededor de 25 agencias (AP, United Press y Reuters, entre otras) y centenares de periodistas de los principales medios de EEUU (ABC, NBC, CBS, The New York Times, The Washington Post, Time, Newsweek, etc.) fueron empleados para difundir noticias amañadas que la CIA les proporcionaba. La cúpula de esta macrocampaña viral de manipuladas o falsas noticias estaba integrada por el anteriormente referido Frank Wisner, Richard Helms (director de la CIA entre 1966 y 1973, condenado en 1977 por perjurio ante el Congreso de EEUU), Philip Graham (copropietario de The Washington Post) y el propio Allen Dulles. Una buena parte de las “noticias” difundidas vía agencias durante décadas por la prensa y los mass media del llamado “mundo libre” tienen su más que dudoso origen en la unidad Mockingbird de Dulles.[2]

1953: Dulles es nombrado director de la CIA por la Administración presidencial de Eisenhower. Es el primer director civil de la Agencia desde su fundación en 1947 (los anteriores directores eran oficiales del ejército). En ese mismo año dirige la Operación Ajax, designación en clave del golpe de Estado en Irán que derrocó al primer ministro progresista Mosaddeq e impuso por la fuerza la sangrienta y corrupta dictadura del Sha con el concurso de la CIA y de comandos de fuerzas especiales estadounidenses.

1954: Dirige un golpe militar en Guatemala, que derrocó al presidente Jacobo Árbenz, para defender los privilegios e intereses de los terratenientes y empresarios locales, así como de la multinacional estadounidense United Fruit Company, con la que Dulles mantenía, valga la redundancia, fructíferas relaciones.

La obsesión cubana
1960: Promueve la denominada Operación 40, una red creada para evitar la extensión de procesos revolucionarios como el de Cuba en la región del Caribe, América Central y México. En el marco de esta operación Dulles ordena múltiples intentos de asesinato [3] de Fidel Castro a cargo de agentes reclutados en la Mafia italoamericana y el exilio cubano de Miami.

1961: Como respuesta a la proclamación del carácter socialista de la Revolución cubana, Dulles dirige la Operación Bahía de Cochinos o Playa Girón, un intento fallido de invasión de la isla por parte de tropas contrarrevolucionarias entrenadas, armadas y financiadas por la CIA, que fueron derrotadas en apenas 72 horas por el Ejército Rebelde y las milicias populares cubanas. Tras este sonado fracaso, el presidente John F. Kennedy obligó a Dulles a dimitir de su cargo como director de la Agencia.

1963: El presidente Johnson nombra a Dulles miembro de la Comisión Warren, creada para investigar el asesinato de Kennedy, precisamente el presidente que le cesó. El magnicidio, hasta la fecha, continúa sin ser esclarecido.

1969: El 29 de enero, Allen Welsh Dulles muere en su residencia de  Washington DC a la edad de 75 años a consecuencia de una gripe mal curada.

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[1]: Mimus polyglottos, “sisonte” en castellano, es un ave de América del Norte que se caracteriza por su capacidad para imitar los sonidos que emiten otros animales.
[2]: Ya entrado el siglo XXI, durante la presidencia de George W. Bush, una operación de captación de profesionales de medios de comunicación similar a Mockingbird fue dotada de fondos y puesta en marcha por la administración estadounidense. Su principal objetivo era contrarrestar la creciente influencia en la opinión pública nacional e internacional de las masivas movilizaciones globales contra la guerra de agresión a Iraq de 2003.
[3]: Una comisión especial del Senado de EEUU creada en 1975 para investigar las actividades clandestinas de la CIA y el FBI (denominada Church Committee por el apellido de su presidente, el senador Frank Church) reconoció la existencia de al menos 16 intentos de asesinato de Fidel Castro a cargo de los servicios secretos estadounidenses.

Nota final: Esta relación no pretende ser completa ni exhaustiva. Las operaciones de la CIA en Europa, continente que fue el teatro principal de operaciones de los servicios secretos estadounidenses durante el período de la Guerra fría no están desarrolladas. Podríamos mencionar también la participación de la Agencia en operaciones de sabotaje y subversión previas a intervenciones militares de EEUU en la época de Dulles como director, como fue el caso de Líbano o Panamá en 1958, por citar sólo dos ejemplos.

Fuente original: Ciudad futura.com 

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