14 de diciembre de 2012

Blogueros revolucionarios, no daños colaterales

Por Harold Cárdenas Lema. Enviado por La Joven Cuba.

Cuídate de la política, tan emocionante como laberíntica” “Cuídate de la política, lo mismo te eleva que te deja con la lengua fuera” Buena Fe (2012)
La blogosfera cubana ha crecido mucho, se ha diversificado y han surgido nuevos espacios en los últimos tiempos que la hacen más rica y se va pareciendo cada vez más a la sociedad cubana.
Hemos ganado un poco de reconocimiento en algunos espacios, algunas personas ya saben qué es un bloguero, aunque la mayoría de la población nacional todavía permanece al margen de lo que para nosotros es una realidad cotidiana.
Entre nuestros desafíos quizás el mayor sea superar el desigual combate ideológico (y tecnológico) que tiene lugar en Cuba. Mientras se amplifiquen los errores y se silencien los aciertos de la Revolución, la pelea está amañada. Pero está claro que no podemos responder con la misma moneda, dar una imagen de que “todo está bien” cuando tenemos tantas contradicciones por resolver, ese enmascaramiento (entre muchas razones) le costó el Socialismo a los soviéticos y sería realmente tonto repetir los errores de otros.
En los últimos meses son varios los ejemplos que demuestran cuánto camino falta por recorrer, cuántas incomprensiones e ignorancia hacia nuestra labor existe todavía, y cuan vulnerables somos todos nosotros. Uno de los objetivos incumplidos durante el BlogazoxCuba que reunió a un buen número de cibernautas cubanos, fue crear un mecanismo de defensa que nos represente, porque en un país en el que aún no tenemos una ley que regule de forma clara y sin ambigüedades el uso de Internet, estamos supeditados a la subjetividad de cualquier funcionario.
Lamentablemente todavía estamos en un contexto muy agresivo para nosotros: cuando un bloguero se equivoca está cometiendo un error imperdonable pero cuando un funcionario equivocadamente arremete con una y otra represalia contra nosotros, se trata de un “exceso de celo” que demuestra cuán comprometido está ese compañero con nuestras ideas, aunque lo que esté haciendo vaya en perjuicio de la Revolución. No podemos imitar a los yanquis en ese relativismo injusto, no pueden existir errores buenos y errores malos porque si no, ¿para qué diablos estamos luchando los once millones de cubanos?
Por suerte, en varios casos he visto que un dirigente de más alto nivel salva a un bloguero de una situación difícil, lo que está claro es que no siempre habrá una mano salvadora para nosotros. Tampoco se puede bloguear si algunos funcionarios o instituciones ven con malosojos esta labor, o la asumen (y soy testigo de esto) como una orientación a la que le ponen incluso metas cuantitativas de cuántos tweets y cuántos amigos en Facebook se deben tener para cumplir bien esa “tarea”.
El mayor problema no es ese sino que la contrarrevolución se está perfeccionando a un paso mayor que el nuestro. Los mercenarios han aprendido a trabajar en conjunto en Internet, buscando caras jóvenes que transmitan empatía, cambiando incluso su mensaje por uno mucho más atractivo, que los presenta como que ellos son los verdaderos revolucionarios que se contraponen al poder hegemónico del Estado, olvidando cuál es la verdadera hegemonía en el mundo, aportando mucha imagen con el objetivo de desviar la atención de su mensaje, carente de ideas sólidas y un proyecto concreto. Pero cuidado, esa estrategia se ha ensayado en otras naciones anteriormente y ha funcionado.
Lo cierto es que para ser un bloguero verdaderamente consecuente se necesita arriesgar mucho, estar sujeto a muchas críticas por parte de muchos oportunistas o personas que por estar ajenas el medio, no entienden las características de esta contienda. También tenemos que estar conscientes de quenos pueden utilizar o desechar según vaya la marea, pero es una pelea que vale la pena.
Y hay que estar preparados, porque como dice Buena Fe:“el océano nunca demuestra piedad con navegantes de lagunas”, así que si estás en esto debes tener conciencia de los riesgos (que son muchos) y hacerlo bien.Hacerlo mal es fácil y provechoso, tan solo tienes que repetir lo que dice el Granma o el Herald. Pero no es a eso a lo que nos convocó Raúl, sino a tener un papel más activo en la sociedad que tenemos que construir y de la que somos hijos.
No puede ser que perezca más de un proyecto en el camino producto de la incomprensión, los blogueros no podemos ser los daños colaterales en medio de un cambio de mentalidad que lucha por producirse con no poca resistencia por parte de algunos sectores. Me niego a entrar en esta clasificación inventada por los yanquis, soy un bloguero revolucionario, no un “daño colateral” ni una “pérdida aceptable”.
Los blogueros tenemos un secreto, pese a todo el apoyo y la compañía tanto física como virtual de los amigos, estamos solos frente al teclado. En esta guerra, al igual que en la última lucha mambisa, al final solo nos queda la satisfacción del deber cumplido y la posible ingratitud de los hombres. Cada uno con su conciencia, yo me limito a parafrasear las palabras del líder de la Revolución, que de haber nacido en esta época, seguro habría sido uno de nosotros. Blogueros revolucionarios: la historia nos absolverá.

No hay comentarios: