12 de marzo de 2011

Solidaridad con los comunistas checos


Enviado por Jiri MASTALKA, vicepresidente del Partido Comunista de Bohemia y Moravia y eurodiputado


La actual coalición gubernamental checa de derecha ejerce una presión cada vez mayor sobre el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (PCBM). Senadores y diputados de los partidos del Gobierno, así como los propios miembros del Ejecutivo, demandan la suspensión de sus actividades o, incluso, su prohibición.

Estos esfuerzos de algunos políticos comenzaron hace tiempo, pero hasta ahora no ha sido necesario prestarles mayor importancia. A pesar de que fue materializada la intención de formar una comisión senatorial especial, y que ésta haya preparado incluso un proyecto de ley para suspender el PCBM, una parte de la derecha no ha dado su respaldo a esa iniciativa durante el período de funciones anterior.

No obstante, la situación ha cambiado actualmente. Por primera vez desde el aňo 1989, este tema llega a figurar en el programa de las sesiones del Gobierno checo, y algunos de sus miembros le atribuyen un gran significado a la idea de prohibir el PCBM.

Desde el punto de vista de la derecha eso tiene lógica, porque el Gabinete adopta pasos que tienen un impacto social negativo en el presupuesto familiar de la mayoría de los hogares checos. En su procedimiento, el Gobierno aprovecha su posición de poder y actúa sin consideración alguna, autocráticamente, y con arrogancia. Al promover algunos de sus propósitos no vacila en ‘ajustar’ las leyes para que respondan a los objetivos deseados. Por ejemplo, quiere cambiar las directivas que rigen las sesiones de las dos cámaras del Parlamento de la República Checa. Cuando a finales del aňo pasado el Gobierno impuso la aplicación de recortes en el sector social, omitió pedir el visto bueno del Senado, en el que había perdido mayoría en las elecciones de otoňo de 2010. El Gobierno impuso bruscos recortes sociales, y promueve paulatinamente toda una serie de otras medidas encaminadas a disminuir el valor de la mano de obra y a cercenar los derechos laborales y sociales. A todos los trabajadores del sector público les fueron reducidos considerablemente sus salarios. Se prevé un aumento radical de los impuestos indirectos para poder llevar a cabo la reforma de las pensiones, que asegurará ganancias a los fondos particulares y a las personas de mayores ingresos, en detrimento de la mayoría de los ciudadanos. Los derechos de los inquilinos se limitan, y el alquiler por la vivienda ya actualmente supera las posibilidades financieras de muchas familias. La mayoría de los ciudadanos comienzan a darse cuenta de que todas estas medidas que empeoran las condiciones de su vida persiguen un único objetivo, y éste es aventajar aún más a un pequeňo grupo de los más ricos. Además, los ministros del Gobierno checo se ven envueltos constantemente en escándalos de corrupción y en una lucha mutua por la conquista de una mayor parte del poder.

Para encubrir sus objetivos el Ejecutivo trata de plantear cuestiones secundarias, confiando en que la atención de los ciudadanos descontentos se centrará en ellas. Una de las prácticas más recurridas es toda una serie de pasos dirigidos contra el PCBM, con el fin de amedrentar a sus militantes y a sus electores. Se trata por ejemplo del proyecto de ley sobre la llamada Tercera Resistencia, que equipara a los adversarios al régimen comunista con los veteranos de guerra y los combatientes contra el fascismo, y glorifica a criminales responsables de asesinatos de civiles y de robos. EL PCBM, e incluso también varios antiguos representantes de la disidencia nacional, no están de acuerdo con que esa normativa sea adoptada. Este proyecto de ley es debatido ya por la Cámara de diputados. Otra medida que el Gobierno desearía aplicar en un próximo futuro es la reducción de los ingresos de los antiguos funcionarios del Partido Comunista de Checoslovaquia. El dinero recaudado sería aprovechado supuestamente para incrementar las pensiones de los miembros de la llamada Tercera Resistencia. El último paso anunciado por el Ejecutivo es la creación de un grupo especial del Ministerio del Interior, cuya tarea consistiría en reunir documentos que permitan presentar ante el Tribunal Supremo de Administración una demanda para la disolución del PCBM.

Es posible que el Gobierno no llegue a materializar su plan para la suspensión de las actividades del PCBM, o para su disolución. A pesar de ello, el Partido Comunista de Bohemia y Moravia debe estar preparado para tal eventualidad. En caso de que sea necesario, el Partido está decidido a aprovechar para su defensa todos los instrumentos legales, y a recurrir a órganos de justicia nacionales e internacionales. Tenemos previsto igualmente organizar peticiones de apoyo, para conseguir así el respaldo de los ciudadanos. El derecho está de nuestro lado. Nuestro Partido no ha cometido ninguna acción que violara la Constitución del país. El motivo de los ataques contra el PCBM es que el Gobierno teme la ampliación de la influencia de la izquierda en el país.

Por este motivo nos dirigimos a ustedes, solicitando vuestro apoyo solidario. Lo necesitaríamos sobretodo en el caso de no conseguir que se respete el derecho, en vista de las tan complicadas condiciones de nuestro país, y de que tengamos que llevar nuestra causa a organismos internacionales.

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