6 de noviembre de 2010

7 de Noviembre. El principio de un mundo nuevo

Por Nestor Guadaño

Hubo un tiempo que la esperanza de millones de habitantes del planeta, de sus vidas, de su futuro, y de su presente se estaba fraguando en una ciudad. Y de lo que ocurrió en 1917, se extrae la clave maestra para los tiempos actuales. Sí, desapareció la Unión Soviética, pero no las causas económicas y sociales, por las que se engendró ese vasto movimiento de lucha realizada por el proletariado explotado, por los que nada tenía, sino su trabajo, y que con su unión se libraron de sus cadenas, logrando construir una nueva sociedad.

John Reed escribió que “Las heroicas jornadas de octubre estremecieron al mundo”, así sucedió. Esta realidad no puede nadie borrarla de la mente colectiva de la historia. Fue impregnada por el pensamiento de Karl Marx, y sus aportes culturales y científicos, cambió la forma de pensar idealista del pasado, en su sentido humanista universal, de liberación socialista, en la evolución colectiva social, que nos guía y servirá a las futuras generaciones, para interpretar la historia humana. Lenin nos brindó claridad y pragmatismo en el estudio de la actual involución imperialista, en la que estamos.

Hace 93 años, las ideas socialistas, se hicieron realidad.

Cuando el ímpetu revolucionario de aquellos años, hoy, es un reflujo en todo el orbe, los pensadores, historiadores, y sociólogos niegan las posibilidades de elaborar un análisis científico de la historia y, por ende, el concepto de la lucha entre las clases sociales, pero los bolcheviques nos enseñaron que la contradicción entre ricos y pobres era —en última instancia— la causa de fondo de la tragedia social, y de hecho nos mostraron que la lucha revolucionaria por vencer las desigualdades socioeconómicas es fundamental. Desde nuestra trinchera de lucha por el comunismo, reclamamos la vigencia de los hechos, y exclamamos que ¡Nunca los trabajadores vivieron mejor que en el socialismo!

El imperialismo mantiene ejércitos, jueces y periodistas contra los trabajadores, para que no piensen, no se unan, no recuerden, mutilando sus organizaciones sindicales y políticas, fomentando la desunión, comprando a agentes que luchan contra las ideas comunistas, para minar las conciencias combativas. Así lo hacen, para que no luchen, para que no hayan huelgas y se ponga en entredicho su dominio social, porque cuando los trabajadores se alzan es el comienzo de una nueva fase del rumbo de la historia, cuando miles de ojos crispados estallan diciendo: ¡Ya basta de opresión, somos los creadores de vuestra sociedad! ¡Sobre nuestras espaldas mantenéis vuestro infame poder, se terminó vuestra dictadura!

Por ello, esta fecha es la más odiada por la burguesía y sus lacayos.

Cuando vemos que el acientífico crecimiento económico burgués acelera progresivamente la pobreza y la injusticia social, objetivamente se crean situaciones de hacinamiento y conflictos sociales de extrema gravedad. El sistema imperialista de concentración mundial de los beneficios está incrementando el desorden, de destrucción de materias primas, de fuerzas productivas básicas para el desarrollo del planeta. Esta verdadera “postmodernidad”, es la frase vacía de los intelectuales al servicio del orden burgués.

Cuando los proletarios reclaman la vigencia del 7 de Noviembre, los medios de comunicación silencian su significado con frases indolentes; es algo del pasado, histórico, una ilusión rebelde. Pero verdaderamente el capitalismo tiembla ante su recuerdo. Porque los hechos son contundentes: Durante décadas, los comunistas y el pueblo de la URSS libraron batallas colosales y alcanzaron, en los campos económico, social, político, cultural y militar, avances prodigiosos. En relativamente corto tiempo, convirtieron al empobrecido y explotado país que heredaron, en una potencia mundial de primer orden, y ese ejemplo cimentará una nueva ola revolucionaria. ¡Mantenemos en alto su legado de lucha por la libertad de los trabajadores, contra la explotación de la burguesía!

En estos días, los medios de información defienden los argumentos de los enemigos del socialismo; es más, han creado una interpretación de las ideas del marxismo, fragmentada, errónea y manifiestamente antirrevolucionaria. La historia, enfocada de esta manera, arroja resultados distintos a los hechos realizados por el Partido Bolchevique. En contra de tanta contrainformación indecente que impone una dictadura lineal estilo nazi del pensamiento, para defender un sistema social burgués caduco, y lamentablemente repetidor de tantas guerras como salida a sus persistentes crisis necesitan de un proletariado domado, porque saben que ¡de las entrañas de las obreras y obreros como un arma de combate refulge la estrella del 7 de Noviembre!

¡CELEBREMOS UN NUEVO 7 DE NOVIEMBRE!

¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!

¡PARA ROMPER LAS CADENAS DE LA ESCLAVITUD ASALARIADA, VIVA EL COMUNISMO!

1 comentario:

PROLETARIOPRESS dijo...

Saber que hay camaradas como usted que escriben sencillamente sobre la grandeza que fue y es la Gran Revolucion de Octubre me llena de orgullo de ser socialista. Sus elocuentes palabras en esta gloriosa fecha nos inspiran a todos.

Viva el eterno fuego revolucionario de Lenin! Viva la ciencia marxista-leninista!