10 de octubre de 2010

Falsificación de documentos de la era de Lenin y Stalin

Extraído del blog www.socialismo-solucion.blogspot.com



Discurso pronunciado en una reunión de la Duma (Parlamento de Rusia) por el diputado V.I. Ilyujin sobre la falsificación a gran escala de documentos de archivo rusos.

Moscú, 16 de junio de 2010

En la Duma Estatal de la Federación Rusa, Viktor Ilyujin, Vicepresidente del Comité de Desarrollo Constitucional del Parlamento y abogado honorario de Rusia, pronunció el día 16 de junio de 2010 un discurso en nombre del grupo parlamentario del PCFR durante la sesión plenaria de la Duma del Estado. En su discurso, V.I. Ilyujin informó sobre la falsificación a gran escala de documentos de archivo rusos. El diputado Ilyujin solicitó formalmente una vez más a la Duma Estatal el inicio de una investigación parlamentaria sobre las verdaderas circunstancias del caso Katyn. Además, Ilyujin propuso eliminar el vacío legal existente en la legislación rusa y modificar el Código Penal para que éste contemple la responsabilidad por fraude y falsificación de archivos de importancia histórica...

“Estimados colegas: Existe una opinión generalmente aceptada según la cual la historia la escriben y formulan periodistas y escritores. En cierto modo esto es correcto. Pero nosotros disponemos de todas las pruebas para afirmar que la historia moderna de nuestro país también la escriben los falsificadores.

Nuestro grupo parlamentario dispone de información que, evidentemente, necesita ser cuidadosamente revisada por una investigación parlamentaria. En los años 90 del siglo pasado, durante el mandato de la administración del presidente Yeltsin, se creó un poderoso equipo de expertos en falsificación de documentos históricos de la Unión Soviética y, fundamentalmente, de documentos correspondientes al período estalinista. El objetivo de estas actividades consistió en desacreditar la gestión del gobierno soviético y equiparar el estalinismo con el fascismo.

Dicho grupo estuvo formado por miembros de los servicios secretos rusos, viéndose también implicado el 6º Instituto del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas del país. Ese grupo ocupaba los locales de las casas rurales del ex Comité Central del PCUS en la población de Nagorniy, en el extrarradio de Moscú. Es posible que ese grupo o algunas de sus partes sigan aún operativos hoy en día.

Su mayor actividad coincidió con el período de la desclasificación de documentos del Politburó y del Comité Central, efectuada a principios de los 90 por una comisión del gobierno liderada por Mijail Poltoranin. Según la información que obra en nuestro poder, estos manipuladores falsificaron miles de documentos que fueron introducidos en los archivos.

Ya quedó determinado que el denominado "Testamento de Lenin” fue falsificado, así como algunos otros documentos relativos a la renuncia al trono de parte del zar Nicolás II o, por ejemplo, los documentos según los cuales Stalin era un agente de la Ojranka [policía secreta zarista, n. de. T], así como muchos otros documentos.

Hoy en día podemos afirmar que la famosa “Carta de Beria” fechada en marzo de 1940, en la que Beria supuestamente solicita al Politburó del VKP (b) [siglas del partido comunista antes de pasar a llamarse PCUS, n. de T.] que diese su consentimiento para ejecutar a 27.000 prisioneros de guerra polacos, es una falsificación.

Nosotros presentamos un informe procedente de una investigación de expertos (Ilyujin muestra el documento) para demostrar documentalmente lo que acabo de decir.

También fue falsificada la nota de la resolución del Politburo en la que supuestamente da su consentimiento para la ejecución de los polacos.

Les presento el informe de los expertos sobre la falsificación de documentos acerca de la presunta colaboración entre la GESTAPO y el NKVD. Aquí está el informe (Ilyujin muestra los documentos).

Estamos enormemente alarmados y preocupados por una serie de razones, principalmente por la falsificación de documentos, los cuales han sido introducidos en circulación científica; estos documentos son presentados como auténticos en la literatura histórica, en documentales y obras de arte, creando en la población una visión distorsionada de nuestro pasado reciente.

Lo más probable es que nosotros nos hubiéramos abstenido de hacer tales declaraciones si no fuera por tener conocimiento de que a principios de los 90 muchos archivos rusos abrieron sus puertas para que los documentos se extraviasen libremente, y que el Estado no se opuso a estos hechos, sino que incluso fomentó este desastre.

Nuestra tesis se refuerza por el hecho de que el ex asesor de Yeltsin, Dmitri Volkogónov, entregó a la Biblioteca del Congreso de EEUU centenares de documentos de archivo, tanto copias como originales sellados como "Ultra secreto" y "Secreto".

Tales documentos hoy en día circulan por toda Europa.

Disponemos de sellos y apostillas falsificados, estampas falsificadas de la firma de Stalin, de Beria y de otros (Ilyujin muestra la bolsa). También de formularios “en blanco” de los años 30 y 40, que fueron utilizados para fabricar documentos falsos.

Aquí les presento (Ilyújin muestra la carpeta) el tomo con los documentos de archivo: ésta es la correspondencia del NKVD, del NKGB y del Comisariado del Pueblo de Defensa de la URSS de la época de Stalin. Este tomo fue creado con un único propósito: legalizar una documentación falsa, incluyendo la carta creada en nombre del Estado Mayor General del Ejército Rojo. Por desgracia, esa legalización tuvo lugar y estos documentos falsificados circulan libremente, incluso entre los organismos científicos.

En el tomo (Ilyújin muestra la carpeta) hay un sello que dice "guardar eternamente”, “prohibido descalificar”. Entonces, la pregunta es: ¿Cómo es posible que estos documentos no estén en los archivos, que circulen fuera libremente y que sean accesibles a una gran cantidad de personas?

En relación con mis declaraciones a la prensa, el director de los Archivos Estatales del país Serguéi Mirónenko ha declarado que esto era imposible y que supuestamente estoy especulando. Desde esta alta tribuna declaro lo siguiente: estoy dispuesto a dimitir de mi cargo de diputado, si Mirónenko demuestra que ningún documento de este tomo se refiere a los acontecimientos históricos de los años 30 y 40 del siglo pasado (aquí le cortan el micrófono) y no era obligatorio que permaneciese en los archivos. Y si él no es capaz de demostrarlo, que dimita de su cargo.

Volvemos a plantear la necesidad de efectuar una investigación parlamentaria sobre el fusilamiento de los prisioneros de guerra polacos cerca de Smolensk (Katyn), así como sobre la falsificación de documentos históricos. En un futuro próximo vamos a proponer que se introduzcan modificaciones en el Código Penal en materia de responsabilidad por fraude y falsificación de documentos de archivo que tienen importancia histórica.

Si alguien piensa que todo esto está relacionado con el pasado está profundamente equivocado. Todo esto tiene que ver con el presente."

1 comentario:

P dijo...

Toda la razón. La falsificación y tergiversación de hechos relevantes desde el punto de vista político, económico y social es una lamentable constante en la época actual. Hay que luchar contra tales patadas a la verdad.